En los últimos tres años, el Centro de Respuesta Humanitaria en McAllen, Texas – se ha mudado de manera generosa al salón parroquial de la Parroquia Sagrado Corazón en McAllen.
Gracias, en parte a una subvención de $100,000 por parte de la Extension Católica, una nueva localidad será construida para continuar con la labor del centro de respuesta humanitaria, el cual ha atendido a más de 74,000 personas desde su creación en junio de 2014.
El Cardenal Blase Cupich, canciller de Catholic Extension Society, visitó McAllen el martes para presenciar la importante labor del centro y presentar una placa conmemorando la subvención a la líder del centro, la Hermana Norma Pimentel y al Obispo Daniel Flores de la Diócesis de Brownsville. Los fondos fueron recaudados durante una cena benéfica en el Vaticano organizada por la Extension Católica con motivo del reciente nombramiento del Cardenal Cupich en noviembre de 2016.
Cupich se dirigió a los feligreses de la Parroquia Sagrado Corazón, durante la misa en celebración a la Asunción de la Virgen María:
Ustedes han acogido a forasteros y les han hecho sentir en familia. Los inmigrantes no son una estadística. Tienen una historia de vida, una voz, una historia.”
El centro de respuesta humanitaria atiende a mujeres y niños que han viajado juntos como familia y que han sido puestos en libertad condicional tras permanecer en centros de detención mientras esperan su audiencia en el tribunal de asilo. Este ministerio provee alivio y apoyo que es bienvenido, especialmente por aquellos que huyen de circunstancias traumáticas o de vida o muerte en sus países de origen.
“Acepto este regalo como un signo de la gran participación de Catholic Extension Society y el Cardinal Cupich en esta gran aventura, la cual es nuestra aventura en común dentro de la Iglesia como testigos de la presencia de Cristo, especialmente en los más vulnerables,” dijo el Obispo Flores, al momento de presentar la placa a lo que será la futura locación del nuevo centro de respuesta humanitaria.
Muchos solicitantes de asilo en los Estados Unidos vienen de Centro América, huyendo de la violencia extrema y pobreza. Los tres piases con mayor representación son Guatemala, El Salvador y Honduras.
El centro, que actualmente está mudándose a una locación temporal hasta que haya sido construido el nuevo edificio, ofrece los siguientes servicios a solicitantes de asilo:
• Facilidades de baño con agua caliente e inodoros
• Camas (para aquellos que necesiten pasar la noche)
• Ropa, zapatos, y artículos esenciales para bebé, como pañales
• Servicios telefónicos, para que los solicitantes de asilo puedan contactar a sus familiares
• Cursos de seguridad para viajeros y de adaptación a la vida en Estados Unidos
El Cardenal Cupich elogió a la Hermana Norma y los voluntarios que forman parte del equipo de trabajo del centro por su incansable labor y por extender el alcance de la Iglesia a los inmigrantes marginalizados y a las comunidades de refugiados que pasan diariamente por las puertas del centro:
La Iglesia Católica tiene un rol sumamente importante de humanizar y de ponerle rostro al forastero y al vulnerable, especialmente a aquellos que sufren y que ven su dignidad y sus derechos comprometidos y/o amenazados.”