Desde el 2009 los Jesuitas de la Iniciativa Kino de la Frontera han mantenido una fuerte presencia católica binacional sosteniendo la dignidad humana en la frontera Estados Unidos-México. La iniciativa provee ayuda humanitaria a inmigrantes en ambos lados de la frontera y coordina oportunidades de servicio para grupos diocesanos, parroquiales, universitarios y de escuela secundaria.
La iniciativa alcanza primordialmente a los miles de migrantes que son deportados de Estados Unidos a México, a la ciudad fronteriza de Nogales, Sonora, desde el otro lado de la frontera en Nogales, Arizona dentro de la Diócesis de Tucson. Para muchos de los refugiados que vienen huyendo de situaciones de violencia y desesperación, la deportación puede matar sus sueños de tener una vida mejor.
La iniciativa ofrece compasión a personas que en muchas ocasiones han sufrido experiencias traumáticas en su jornada de migración. Les provee alimentos, al igual que ropa y zapatos. También les ofrece apoyo pastoral y referencias a otras fuentes de apoyo para otras tantas dificultades.
En colaboración con las Diócesis de Estados Unidos y México, religiosas y Jesuitas, la iniciativa promueve una perspectiva católica a la situación actual de la región fronteriza. Este esfuerzo incluye experiencias de inmersión para jóvenes del área al igual que de otras partes de Estados Unidos y esfuerzos de alcance a parroquias en ambos lados de la frontera.
El sacerdote Jesuita Peter Neeley dirige los esfuerzos de alcance a escuelas secundarias y universidades, incluyendo al grupo Kino Teens (Adolescentes de Kino) en la secundaria Lourdes High en Nogales, Arizona. Los adolescentes se han vuelto embajadores de asuntos migratorios con sus pares a nivel local y nacional. Hasta han intercambiado correspondencia con el Papa Francisco, quien en una de sus cartas a los jóvenes y a la iniciativa escribió que sus cartas “habían tocado su corazón por el drama que describen y la esperanza que manifiestan.”
Un logro importante en los esfuerzos educativos del grupo ocurrió al llevarse a cabo una Misa en la frontera, celebrada por cardenales y obispos de los Estados Unidos y México en 2014. Durante un evento histórico y cubierto por los medios de comunicación del país, el Cardenal de Boston Sean O’Malley y el Obispo Gerald Kicanas de Tucson ofrecieron la Eucaristía por entre el muro fronterizo a la gente en México.
El sacerdote Jesuita Sean Carroll ha dado su testimonio ante comités congresionales sobre la separación de familias y maneras de poner fin al abuso que sufren los migrantes en ambos lados de la frontera.
Los Jesuitas basan su trabajo en la oración, la liturgia y la reflexión devota. El Padre Jesuita William Kelley de la Conferencia Jesuita de Canadá y los Estados Unidos dijo que ha visto de primera mano la respuesta compasiva y llena de fe por parte de la iniciativa a familias destrozadas por las luchas migratorias.
Cree que la Iniciativa Kino para la Frontera se convierte en “el rostro compasivo de la Iglesia ante un ‘Cristo’ moderno en sufrimiento,” para cada persona que ayuda
Aunque la iniciativa provee artículos de primera necesidad y aboga por la dignidad humana, también transforma corazones y fomenta la fe. El Padre Kelley ha sido testigo de muchos que “han visto su relación con Cristo y la Iglesia irrevocablemente transformada.” La iniciativa es un ejemplo de fe inquebrantable en medio de realidades de incertidumbre y dificultad.
Su donativo ayudará a ministerios católicos que proveen servicios de alcance y abogacía para familias inmigrantes en la frontera.